Cada día nos enfrentamos a la disyuntiva, la elección, la toma de decisiones que nos enfrenta con nuestra propia existencia, a veces nos cuesta mucho poder visualizar la jeraquía de los asuntos que tenemos que atender...que es prioritario cuando debemos optar.
Cuando tenemos una persona con necesidades especiales, ya sean nuestros hijos, alumnos o usuarios de un servicio (rehabilitatorio, recreativo u otro) es muy posible que caigamos en la LEY DE LA COMODIDAD, asumir que por tener una circunstancia que los diferencia debemos optar por el simple hecho de ajustarnos a sus demandas por que es más fácil, porque así está tranquilo, porque nos gusta hacerlo feliz y podemos caer a la larga en una distorsión de las necesidades reales que tiene este ser humano y que luego sus demandas sean tales que ya sea hasta incómodo convivir con esta persona, lo que pasa es que la Ley de la Comodidad sólo nos lleva a una interdependencia poco saludable que se basa más en la urgencia de la paz mediática que en lo importante de una convivencia saludable basada en límites amables y con metas específicas de independencia, productividad y alegría, tomando en cuenta que el tiempo que nos tome lograr buenas respuestas de autovalimiento, comunicación, habilidades sociales y afectivas dependerán de el grado de compromiso a nivel de funcionamiento que haya generado la discapacidad en esta persona. Lo que si les digo es que jamás es tan rápido como quisieramos.
Cuando estamos ante un ser humano con discapacidad lo más importante es la comunicación, muchas veces los padres, maestros y rehabilitadores caemos en el error de que comunicarse es unicamente hablar, el uso de la voz, y a veces no tomamos en cuenta que un buen número de personas con algun tipo de discapacidad jamás articularán palabra y en el mejor de los casos se le obligará a tener una terapia de lenguaje sin resultados...cayendo en la frustración y en la desesperanza y la persona con discapacidad irá generando nuevos patrones inadecuados de comportamiento ya que nunca logran expresar sus necesidades, deseos e intereses ni logran la tan deseada independencia, el poder valerse por si mismo es una garantía de estar menos en situaciones de riesgo, poque cuanto menos necesite de alguien para realizar las actividades de la vida diaria menos posibilidad de estar expuesto a situaciones de abuso y maltrato. Que importante es saber que lo imporetante es que se expresen y no importa cómo lo hagan pero que lo hagan. Existen variedad de posibilidades de vintaurar un sistema de comunicación alternativa (lenguaje de señas, tableros de comunicación, intercambio de figuras y sistemas de comunicación a través de ordenadores) o aumentativa si el lenguaje oral conseguido estuviera limitado, estas alternativas permitirían que este ser humano valioso, único e irremplazable de ese paso impostergable hacia la vida total...EXPRESARSE, lo cual conlleva a la autonomía e independencia.
Una vez ganada la independencia se inicia la escalada cuesta arriba de los logros, la satisfacción de ser INDEPENDIENTE, PRODUCTIVO Y FELIZ.
Con todo mi cariño.Nos seguimos leyendo...
Rossy